Las familias con niños tienen que prepararse especialmente para la temporada de vacaciones de verano. Después de todo, la seguridad del niño en la playa es la tarea más importante para los padres. Esperamos que nuestros 7 mejores consejos para organizar la seguridad de los niños en la playa hagan que las vacaciones familiares sean más fáciles y agradables.
7. No permita que su hijo nade solo
Si el niño está cerca del agua, usted también debe estar cerca del agua. Si el niño está en el agua, debe estar hasta los tobillos justo detrás de él a una distancia mínima. Calambres repentinos o fatiga pueden causar problemas. Además, el niño puede caer en la corriente de esgrima (tales corrientes se llaman tirones o rasgaduras) cerca de la orilla, entrar en pánico y ahogarse. Hay arrastres incluso en mares poco profundos, como el Mar de Azov. Dichas corrientes se dirigen a la orilla en ángulo recto y para salir de ellas es necesario nadar no hacia adelante, sino en paralelo a la costa, hasta que salgas de la grieta. Luego debes girar y nadar en diagonal hacia la orilla. Explique al niño que la rasgadura no podrá arrastrarlo al fondo, esto no es un embudo o un remolino.
6. No hay colchón de aire
Nadar con un bebé en un colchón de aire puede ser divertido en una piscina o río, pero no es una buena idea relajarse en el mar. Una corriente o un viento fuerte pueden llevar una nave lejos de la costa. Un chaleco inflable o un círculo tampoco es una protección absoluta; un niño puede deslizarse fuera de ellos. Sin embargo, tales botes se pueden usar en aguas poco profundas (el agua máxima debe estar en el cofre del niño).
5. No tome el sol durante las horas peligrosas.
Mantenga a su hijo alejado del sol y no se tome el sol entre las 11 a.m. y los 3 días. Durante este período de tiempo, la actividad solar está en su apogeo y no vale nada quemarse con el sol o recibir un golpe de calor. Y no olvide antes de ir a la playa a aplicar protector solar con un FPS de 30 o más en la piel de su hijo, así como también tomar una tirita, repelente de mosquitos y pantenol, un control de quemaduras. Si el niño está en la playa por primera vez, es aconsejable que permanezca al sol por no más de 5 minutos, y luego se deben pasar 20 minutos a la sombra. La próxima vez, el tiempo al sol se puede aumentar en 5 minutos.
Los síntomas del golpe de calor incluyen: confusión y mareos, fatiga severa, dolor de cabeza, calambres musculares o debilidad, náuseas, sudoración excesiva o falta total de sudoración, palidez de la piel, hinchazón (especialmente de las manos o la cara), palpitaciones del corazón. Cuando aparezcan estos síntomas, coloque al niño a la sombra, déjelo beber mucha agua y enjuáguelo con agua fría.
4. Lea las etiquetas de advertencia.
En varias playas hay letreros con banderas de colores, así que no olvide pedirle al socorrista que le explique qué significa esta o aquella bandera si no está seguro de haber entendido su significado correctamente.
- Por lo general, las banderas rojas de advertencia indican fuertes olas y corrientes (es decir, "¡Precaución!"). A veces una bandera roja significa que la playa está cerrada.
- Las banderas amarillas indican olas moderadas y corrientes. Tenga cuidado y manténgase en el campo de visión de los rescatistas.
- Las banderas verdes indican que el mar está en calma.
- Las banderas azules o moradas a menudo indican que hay vida marina potencialmente peligrosa cerca (como tiburones o medusas).
3. Sepa cuándo su hijo necesita ayuda
Según las estadísticas, el ahogamiento se encuentra en la lista de las 3 principales causas de muerte involuntaria de niños menores de 15 años en todo el mundo. Un niño puede ahogarse incluso en aguas poco profundas, a pocos metros de sus padres. El ahogamiento, como regla, ocurre de manera bastante silenciosa y rápida. En una persona que se está ahogando, la cabeza está baja en el agua (boca debajo del agua) o inclinada hacia atrás con la boca abierta, los ojos están cerrados o son "vidrios", no puede enfocar, las piernas están erguidas en el agua y la persona que se está ahogando no hace ningún movimiento. Una persona que se ahoga instintivamente extiende sus brazos hacia un lado para alejarse del agua; no puede levantarlos y balancearlos sobre su cabeza, atrayendo la atención. Si nota uno o más signos de que el niño se está ahogando, ayúdelo de inmediato.
2. Presta atención a las olas.
Las lesiones infantiles que resultan de fuertes olas pueden variar desde dislocaciones simples y fracturas de clavícula hasta lesiones en los órganos internos y la columna vertebral (lo que puede provocar parálisis). Las olas que se rompen en la orilla (y no a pocos metros de ella) pueden causar lesiones graves en el cuello y la columna vertebral. Por lo tanto, estar en el agua o cerca de la línea de flotación (donde el agua desemboca en tierra) nunca ponga a su hijo y no se convierta de espaldas a las olas.
1. No permita que su hijo se quite los zapatos y la ropa interior en la playa.
El primer lugar en nuestra selección de recomendaciones para un descanso seguro lo toman los consejos obvios, que, sin embargo, muchos padres descuidan. Después de todo, la sensación de arena entre los dedos de los pies es parte de la quintaesencia de una experiencia de playa. Pero cuando esta arena se calienta hasta 40 grados o más, caminar sobre ella no es demasiado agradable e incluso peligroso (puede quemarse). Las playas de arena negra son especialmente peligrosas a este respecto.
Además, no traiga a un niño pequeño a la playa sin bragas. Los granos de arena que ingresan a los genitales pueden causar irritación e inflamación.